
Excelente participación de nuestras hermanas en este Encuentro. 24 de octubre 2020
El 24 de octubre las diferentes comunidades de la Congregación se dieron cita para el II Encuentro Congregacional en el marco de preparación del Capítulo General XXVI.
A partir de este Encuentro se tendrá la oportunidad de ir conociendo a las hermanas de las comunidades. En esta fecha pudimos conocer a 10 comunidades de las diversas provincias de la Congregación.
Fray Luis Javier Rubio, sacerdote dominico nos ayudó compartiendo sobre la realidad social y económica que vivimos en esta crisis de pandemia y nuestro compromiso como vida consagrada, a la vez que, con las preguntas de las hemanas se tuvo un conversatorio muy rico e iluminador.
En base al momento del compartir de la realidad de nuestra Congreación, la realidad de nuestros países y de nuestro mundo queda a cada comunidad entrar en el III momento del ACTUAR para que en una reflexión profunda, crítica y fraterna podamos discernir juntas cómo podemos responder a estas realidades desde la presencia amorosa de Dios y la inspiración tierna de nuestros fundadores.

«Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (Vaticano II, Gaudium et Spes, nº 1).
Reflexionar en un tema de “Pobreza, Solidaridad y Economía” de cara a la preparación de un Capítulo General de la Congregación es un desafío que nos impulsa a agudizar nuestra mirada contemplativa de las realidades que vivimos.
La crisis económica que ha puesto a tambalear a las grandes potencias, que nos afecta a todas/os y golpea especialmente con fuerza a los más pobres. Crisis que evidencia las marcadas brechas sociales, ha hecho más agudo el grito de los pobres y recrudece la tragedia de las víctimas de un sistema que tiende a invisibilizar a los pequeños como bien lo señala el Papa Francisco en su Enciclica Fratelli Tutti. Esta crisis supondrá para nosotras consagradas replantear nuestro estilo de vida y revisar incluso nuestras decisiones cotidianas. Implicará situarnos con austeridad frente a los destellos de la sociedad de consumo y reflexionar personal y comunitariamente la manera de vivir una solidaridad transformadora con los más necesitados y el gran reto que como Congregación tiene que vivir en este Capítulo General XXVI.